La capilla se construiría por medio de la colaboración de los habitantes en una hectárea de terreno que donarían los señores Isthilart, Martín y Moisés Ortelli.

La donación efectuada por Isthilart y Ortelli en principio no fue válida hasta que se decidió vender el terreno al Obispado de Paraná según escritura encontrada en el Registro de Propiedad de Concordia, inscripta con fecha 30 de octubre de 1928. La sociedad vendedora fue representada por Sr. Moisés Ortelli, mientras que Monseñor Nicolás De Carlo los hizo por parte del Obispado, la institución compradora.

Con respecto a la construcción de la Iglesia actual, existe en el libro de Ordenanza de la Municipalidad de General campos, un acta del 30 de octubre de 1953, por la que, accediendo al pedido de la comisión pro-templo, el entonces intendente, Sr. Luis A. Terra, resolvía hacer la exención de la deuda, sin especificar si se refería a impuestos, que recaía sobre el lote “c” de la manzana 27, terreno donado por la señora Angela S. De Negri, para la edificación del templo.

A partir del año 1960, la labor espiritual en General Campos, estuvo a cargo del padre Alfredo Rubén Meyer, quien comenzó las obras de edificación de la iglesia, que fuera culminada por el padre Manuel Suárez.

El 25 de febrero de 1962, se realizó la bendición de la piedra fundamental de la iglesia, a treinta y cinco años de la bendición dela primera por el padre Antonio María de Montevideo significando para ésta localidad uno de los momentos más trascendentes de su vida religiosa.